Cómo Eduardo Espinel ayuda a definir el estándar colombiano para centros de datos soberanos de alta densidad

En esta serie trimestral, destacamos a los líderes del sector y a los agentes del cambio que están dando forma al mundo en el que trabajan y viven. Impulsados por el propósito y la pasión, estas son las personas que desafían el statu quo, aceptan el riesgo y superan los límites para transformar sus negocios.
Cómo Eduardo Espinel ayuda a definir el estándar colombiano para centros de datos soberanos de alta densidad
Eduardo Espinel es el Head of Data Centre de Ilkari en Colombia, donde lidera al equipo responsable de operar y mantener uno de los centros de datos más avanzados y resilientes del país. Ubicado en la Zona Franca de Tocancipá, cerca de Bogotá, el data center insignia de Ilkari ha obtenido las certificaciones DCOS Maturity Level 4 y TIA-942-C Rated-3, una doble distinción que establece un nuevo punto de referencia operativo para la región.
Para Espinel, la excelencia operativa no es sólo una cuestión de tecnología, sino una práctica disciplinada basada en la precisión, los procesos y las personas.
El nivel de madurez 4 de DCOS significa que nuestro data center funciona con procesos definidos y ejecutados por personal cualificado y certificado en todas las plataformas y especialidades; en otras palabras, nada se deja al azar.
Eduardo Espinel, Director del Centro de Datos de Ilkari
La certificación TIA-942-C Rated-3 de las instalaciones complementa esa madurez operativa al garantizar la redundancia y la tolerancia a fallos en todos los niveles. "Significa que nuestro centro de datos puede recibir mantenimiento simultáneamente", explica Espinel. "Podemos realizar el mantenimiento de cualquier sistema sin afectar a los servicios al cliente. Tener ambas certificaciones forma el equilibrio perfecto que nos permite mantener una verdadera excelencia operativa."
Aunque la infraestructura es la base, Espinel afirma que es el factor humano el que sostiene el rendimiento a lo largo del tiempo. “Se trata de crear un ecosistema que atraiga, motive y retenga al equipo”, señala. “Es una combinación de formación, certificaciones y experiencia, pero lo más importante es que cada persona entienda cómo su trabajo contribuye a la estrategia de la empresa, la experiencia del cliente y el crecimiento”.
Integrar la soberanía en todos los niveles
Para Espinel, la soberanía es más que una declaración política: es el control operativo hecho realidad.
La soberanía consiste realmente en el control: saber exactamente dónde están los datos, quién los gestiona y cómo están protegidos.
Eduardo Espinel, Director del Centro de Datos de Ilkari
En Ilkari, ese principio se traduce en una supervisión completamente local. “Nos aseguramos de que todo, desde la infraestructura hasta las operaciones, se gestione localmente y bajo nuestra propia supervisión. Eso nos da verdadera independencia y genera confianza con nuestros clientes”.
También es lo que distingue a Ilkari de los hyperscalers, agrega. “Ellos operan plataformas globales, de modo que aunque los datos estén físicamente en el país, las decisiones y políticas clave se gestionan en el extranjero, bajo marcos legales externos. En nuestro caso, las operaciones, el acceso y el cumplimiento permanecen bajo autoridad local, y eso es lo que hace que seamos verdaderamente soberanos”.
Una ventaja local con alcance mundial
Operar en Colombia ofrece a Ilkari ventajas stratégicas, desde su ubicación en una zona franca hasta el acceso a una matriz energética limpia y confiable
“Estar en la Zona Franca ofrece beneficios económicos claros, y tenemos un excelente acceso a talento local calificado”, comenta Espinel. “También contamos con energía confiable, en su mayoría proveniente de fuentes renovables, lo que representa una gran ventaja.”
Las próximas fases de expansión ya están diseñadas para aumentar la densidad de potencia, una tendencia que Espinel cree que se convertirá en una norma en el sector de los centros de datos de Colombia.
Nuestra infraestructura de alta densidad ayudará a posicionar a Colombia como un centro digital clave en la región, apoyando la creciente demanda de IA y otras cargas de trabajo avanzadas".
Eduardo Espinel, Director del Centro de Datos de Ilkari
Con operaciones gestionadas localmente y un enfoque en la sostenibilidad, Espinel dice que Ilkari está ayudando a Colombia a fortalecer su posición en la economía digital latinoamericana en general.
Precisión, privacidad y confianza
El modelo operativo de Ilkari es intencionadamente interno. Todos los ingenieros son parte directa del equipo, lo que garantiza agilidad, responsabilidad y continuidad. “Esto nos proporciona un mejor control, tiempos de respuesta más rápidos y un mayor sentido de pertenencia”, comenta Espinel. “Nuestro nivel técnico es muy alto gracias a la formación continua y a los programas de certificación, respaldados por nuestros procesos y KPI de nivel 4 de DCOS".
La privacidad y la seguridad están integradas en la práctica diaria, no tratadas como elementos añadidos. “Usamos control de acceso con tres factores de autenticación, más de 100 cámaras CCTV y procedimientos estrictos para garantizar que solo el personal autorizado pueda acceder a zonas o datos críticos”, explica. “La privacidad y la seguridad forman parte de nuestra cultura operativa”.
Elevando el estándar de la infraestructura soberana
La inversión de Ilkari en certificaciones mundiales es deliberada, no simbólica. "Demuestran que cumplimos las normas internacionales y rendimos al mismo nivel que cualquier centro de datos del mundo", dijo Espinel. "Demuestran la calidad y consistencia de nuestras operaciones y envían un fuerte mensaje de que Colombia está lista para liderar en infraestructura soberana y de alto rendimiento".
Si Espinel pudiera transmitir un mensaje a las empresas que evalúan dónde alojar sus datos, sería uno de control y confianza.
Sus datos son su activo más valioso: asegúrese de que permanezcan en un lugar donde tenga pleno control y visibilidad.
Eduardo Espinel, Director del Centro de Datos de Ilkari
Espinel es pragmático sobre los riesgos de la gestión extraterritorial. “No coloques tus datos en un país donde el gobierno pueda forzar el acceso a ellos: es un riesgo que ninguna organización debería correr”, advierte. “Las certificaciones importan, pero no lo son todo. Lo que realmente marca la diferencia es cómo opera el centro, la madurez de sus procesos, la experiencia del equipo y su compromiso por hacer las cosas bien cada día”.
Porque al final —concluye Espinel— incluso la infraestructura más avanzada depende de la disciplina humana. "No se trata sólo de tecnología: se trata de confianza, madurez y responsabilidad".



